En años recientes muchas personas han venido recurriendo a tratamientos estéticos, realizándose procedimientos con diferentes sustancias que introducen en su cuerpo en un intento de mejorar su apariencia física. Uno de estos métodos que ha cobrado relevancia en los últimos años es la inyección de algunas sustancias modelantes no permitidas, como lo son los biopolímeros. Las personas no tienen conocimiento de la realidad de las sustancias que le son inyectadas que, aunque inicialmente promete resultados deseables, conllevan a graves riesgos para la salud y dan lugar a numerosos casos de lesiones personales y complicaciones médicas.
Para efectos de conocimiento, los biopolímeros son macromoléculas sintéticas que son usadas en ocasiones como material de relleno, lo que trae consigo muchas complicaciones que pueden verse reflejadas de forma inmediata o a lo largo de los años poniendo en peligro la vida de los pacientes (Duarte et al., 2016, p. 1). Cabe resaltar que, en ocasiones su uso responde a que estos biopolímeros los hacen pasar como vitaminas, Re tonificantes, plasma gel o incluso ácido hialurónico en algunos centros estético, ya que su utilización en cirugías estéticas no se encuentra permitida por el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos-INVIMA.
Al respecto de esta situación de los biopolímero, el doctor Zuleta (2019) en su libro titulado “Biopolímeros una nueva enfermedad”, en el cual describe las consecuencias del uso de estos en cuanto a las cirugías estéticas, en razón de este se puede reconocer las implicaciones de su uso. Desde que se aplican estas sustancias en el cuerpo, producen síntomas locales como calor, cambio de color o dolor en alguna zona, así como fiebre y malestares generales, pero el problema no va hasta ahí, es una sustancia que migra y puede llegar a recorrer zonas vecinas que se pueden endurecer en diferentes partes del cuerpo causando menor circulación, se deben estos efectos a que el biopolímero al pegarse y endurecer en los tejidos obstruye la circulación normal, lo que genera un dolor intenso. A parte el autor asegura que esta sustancia no solo produce daños en la circulación sino también afectaciones a tejidos y daños en los órganos como posibles efectos adversos, lo que determina la negativa del estado a la prohibición del uso de esta sustancia en los procedimientos estéticos.
En consecuencia de los innumerables casos presentados en el país, el pasado martes 22 de agosto del año en curso, fue sancionada por el Presidente de la República la Ley 2316 “por medio de la cual se crea el tipo penal de lesiones personales con sustancias modelantes invasivas e inyectables no permitidas -biopolímeros- y se dictan otras disposiciones” además, establece medidas carcelarias y sanciones económicas a quien inyecte o infiltre el cuerpo de otra persona con sustancias modelantes no permitidas incurrirá en prisión de treinta y dos (32) a ciento veinte (120) meses, así mismo si la conducta la comete un profesional de la salud la pena corresponderá de noventa y seis (96) a ciento ochenta (180) meses de prisión y e inhabilidad de su ejercicio de profesión hasta por un terminó de 60 meses.
Por lo anterior, la ley faculta como encargado a el Ministerio de Salud y protección Social a diseñar e implementar estrategias de atención, promoción y prevención, sobre los riesgos y daños a la salud humana derivados de la aplicación de sustancias modelantes no permitidas. De igual manera deberá expedir un listado que contengan las sustancias modelantes permitida para las intervenciones con fines estéticos, con el fin de generalizar el conocimiento y evitar ser engañados en estos procedimientos.
Otro de los aspectos a destacar de esta nueva ley es que, paralelamente se incluirá en el Plan de Beneficios en Salud (PBS) a las personas víctimas de estas prácticas, tanto en el régimen contributivo como en el régimen subsidiado, incluyendo procedimientos de retiro o manejo de sustancias modelantes no permitidas, así como el diagnóstico, los procedimientos, la rehabilitación, los medicamentos y los tratamientos necesarios de salud mental y apoyo psicosocial que estas personas requieran.
Debemos resaltar que la regulación de estas prácticas y el uso indebido de biopolímeros en nuestro país representan un gran avance en la salud pública colombiana, la implementación de estas medidas demuestra la dedicación de una entidad reguladora hacia el bienestar de los ciudadanos colombianos y ubica al país en una posición de vanguardia a nivel internacional. Es esencial que la regulación del uso de biopolímeros por parte de profesionales de la salud se convierta en una medida necesaria para proteger a los pacientes y garantizar que los procedimientos estéticos se realicen de manera segura, efectiva y ética.
AUTOR: LAURA VANESSA MERCADO ARROYO
CONSULTORA LEGAL
GONZALEZ PAEZ ABOGADOS
[1] Ley 2316 de 2023 – Gestor Normativo. (s/f). Gov.co. Recuperado el 5 de septiembre de 2023, de https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=216790
[2] aracol, A. (2019, febrero 15). Biopolímeros una nueva enfermedad, libro que alerta sobre riesgos estéticos. Caracol Radio. https://caracol.com.co/emisora/2019/02/16/armenia/1550274464_418299.html